Washington, 26 may (PL) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó hoy el ataque armado contra autobuses en la gobernación de Minya, en el centro de Egipto, en el cual murieron unos 30 cristianos coptos.
A juicio del jefe de Estado, el derramamiento de sangre de esas personas debe terminar y quienes ayudan a sus asesinos tienen que ser castigados.
Los terroristas están comprometidos con una guerra contra la civilización y nos corresponde a los que valoramos la vida enfrentar y derrotar este mal, señaló el gobernante en una declaración divulgada por la Casa Blanca.
Este despiadado ataque contra los cristianos en Egipto entristece nuestros corazones y almas. Dondequiera que se derrame sangre inocente, se inflige una herida a la humanidad, añadió.
Puntualizó que el hecho también reafirma la determinación de reunir a las naciones para el justo propósito de acabar con las organizaciones maléficas del terror y exponer su depravada y torcida ideología.
Estados Unidos también deja claro a sus amigos, aliados y socios que las valiosas e históricas comunidades cristianas en Oriente Medio deben ser defendidas y protegidas, apuntó Trump.
También expresó que su país está con el presidente Abdel Fattah El Sisi y todo el pueblo egipcio «hoy y siempre, mientras luchamos para derrotar a este enemigo común».
La civilización está en un precipicio, y si subimos o caemos será decidido por nuestra capacidad de unirnos para proteger todas las confesiones, todas las religiones y todas las vidas inocentes. No importa qué, Estados Unidos hará lo que debe para proteger a su gente, concluyó.